13 julio 2008

Tormena de verano


Una tormenta es una rotura en el cielo, un ahogo de agua en la garganta, un resfriado en potencia, una catarata de luces y ruido ensordecedor; una tormenta es una vida detenida, una ciudad en peligro, un niño en el bosque atrapado, un hueso calado y un cigarrillo apagado; una tormenta es una calle llena de gente con prisa, de vagabundos con techo, charcos con letras y un poema sin rima; una calle oscura donde no existe la envidia pero sí la desdicha; una tormenta es un beso húmedo, una ceguera sin ojos, un mástil sin barco, una ventana abierta, un libro mojado donde las palabras cuelgan y los puntos navegan; un horizonte borroso, una playa desierta, una capucha y un paraguas del revés; una tormenta es una aventura de amor, un latir por dentro, una copa de vino, un camino sin mapa, un suspiro atrapado y una sonrisa que protege; una tormenta es una noche destruida por un tráfico de mierda y un no saber adonde ir, adonde caer, en donde yacer; una tormenta es el árbol roto por el grito de un rayo mal nacido, un parabrisas cansado, una melodía de acordeón bajo un arco de piedra antigua, un apagón y una vela que nace; una tormenta es una habitación ahora, en soledad, con el cuerpo desnudo y la piel descalza por el sueño bajo una sábana dormida, en la noche pasada, en el despertar soleado tras una tormenta; una tormenta de verano...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el otro día me dijeron que había escrito algo muy parecido a Bukowski... pensé en preguntarte, pero me acordé ahora.
tu dirás, yo no he leído nada de él.

Xavier Pàmies dijo...

O es casualidad lo q me preguntas ahor y que justamente coincide con q este escrito mío sobre la tormenta sea muy Bukowskiano. Q cosas!

Ya leí ese texto tuyo de Saint John, y sí, tbién. tiene un estilo similar al gran genio americano.

Abrazos!

X