12 junio 2008

Juicio final

Sí, extraño, mejor la oscuridad, y cuánto más oscuro peor. Qué contradicción, qué falsa gratitud. Abogado accidental del caso de una vida corrupta de pensamientos. Inocencia amordazada. Y ahora, les ruego me perdonen cuanto malo he dicho, y cuanto no he dicho o hecho. ¿Saben?, antes era un niño de mueca risueña y ojos tristes pero grandes y vivos, de escondite que corta el respiro y de barro en las manos, merienda de chocolate y garabatos sobre papel. Un crío de mente limpia, sin culpa y sin miedos, de corazón pequeño pero grande. Ahora que soy mayor y de humor melancólico, me escondo entre la gente con la cabeza alta y los ojos cerrados pero grandes y encojidos. Qué contradicción, qué extraño. Una palabra errada, una cadena de piel sobre una capa de falso oro. Mejor la oscuridad, y cuánto más oscuro mejor.

No hay comentarios: